Por: Santiago La Tijerilla
Jiquilpan, Mich.-.
Aparentemente era una noche más, una como cualquier otra en la aburrida ranchería de Jiquilpan. La gente había regresado a sus cuevas y a sus cavernas después una larga jornada.
Siendo casi las 6:00 am los vecinos de la zona centro de la ranchería despertaron horrorizados a causa de un ruido espeluznante, comenta uno de los vecinos que era como un rugido seco y prolongado “De inmediato me di cuenta que no era normal” comentó el testigo.
El miedo era casi paralizante, pero después de unos segundos tomó algo de valor y decidió asomarse a la calle para ver de donde provenía ese terrible y extraño ruido.
¿Que vio?
Así lo describió. “De inmediato supe que eso no era algo de este planeta, parecía un medio de transporte gigante, una nave ” Dice que se pudo percatar que en el interior había algo que se movía y parecía tener una forma humana, con la diferencia de que era muy grande, como color blanco y con unos ojos grandes y brillantes.
A los pocos segundos ya no era solo el único testigo, todos los vecinos de la ranchería ya eran espectadores del aterrador suceso.
Para sorpresa de los pobladores “LA NAVE” prendió unas luces que cegaron por unos segundos a todos y desapareció en el horizonte con dirección a Sahuayo.
El suceso genero tal terror que la noticia se propagó de inmediato por toda la región. Fue hasta que gracias a las grabaciones de una cámara de seguridad de Sahuayo se pudo identificar a la “NAVE y al EXTRATERRESTRE ” que la tripulaba.
Se trataba de una camioneta gris con placas de California, la traían bien arreglada Pedro Márquez y su novia. Muchos dólares llevaban para cambiarlos por droga.
Traía llantas de carrera, con los rines bien cromados. Motor grande y arreglado. Pedro se sentía seguro No hay federal de caminos que me alcance te lo juro
Su destino era la paradisíaca metrópoli de Sahuayo.