Por: Santiago La Tijerilla
Jiquilpan, Mich.-.
Pobladores de la Ranchería de Jiquilpan salieron a manifestarse de forma violenta.
Los reportes indican que los aborígenes locales estaban molestos porque descubrieron que el líder de la tribu se había bañado.
Es importante mencionar que en dicha ranchería bañarse significa una ofensa a sus ancestros y sus tradiciones.
Ellos creen que la mugre los protege de los demonios sahuayenses que les absorben el cerebro, se comen a sus mujeres y les roban el alma.
Es por eso que sus aborígenes riegan basura por toda la ranchería, beben aguas negras y le ponen caca a sus alimentos.